Hasta la próxima
HISTORIAS DESTACADAS
Toda mi vida he sido católico. Siempre conocí a Dios y su amor. Mi familia y yo siempre íbamos a misa. Dios estaba en el centro de la vida de mi familia. Pero no siempre supe que Jesús estaba verdaderamente presente en la Eucaristía.
Hubo un momento en 2015 cuando andaba saliendo con la mujer que ahora es mi esposa, Madison. Recuerdo que ella me hizo la pregunta: 'Si nos casáramos, ¿dónde criaríamos a nuestros hijos?' se refería a en qué fe. En ese momento ella era protestante sin denominación. Yo era un católico en busca de la verdad. Pero todavía no estaba completamente convencido de que la fe católica era la única fe verdadera, así que respondí: 'Bueno, podemos ir a ambas'.
Y su respuesta fue: 'No creo que sea una buena idea'. Y luego respondí de nuevo: 'Bueno, entonces supongo que tenemos que averiguar qué es verdad'.
Me sumergí en la enseñanza de la Iglesia para encontrar cuál era la única fe verdadera. Descubrí el programa de radio del Padre John Riccardo, "Cristo es la Respuesta". Leí 'La Cena del Cordero' de Scott Hahn. Esas dos cosas fueron muy formativas para mí. Pero sabía que una decisión muy grande estaba frente a mí. Cuando me di cuenta de que el catolicismo era la única fe verdadera, comencé a ir a misa diaria.
Este encuentro ocurrió con Jesús en lal Basílica de la Florecita en Royal Oak. Había estado yendo a misa diaria durante probablemente un año, tal vez un poco menos. Me sentaba en el mismo lugar, recibiendo la comunión de la misma persona todos los días.
Esta vez, cuando estaba orando muy conscientemente: 'Creo que el catolicismo es la única fe verdadera, que estás verdaderamente presente, cuerpo, sangre, alma y divinidad, en la Eucaristía. Pero convénceme. Hazlo obvio para mí'.
Cuando fui a recibir la comunión y recibí la Hostia. Y luego fui a recibir la Preciosa Sangre. Y esta vez, tan pronto como bebí la Preciosa Sangre, hubo una explosión asombrosa de olor a rosas. Era tan obvio para mí que, oh, Dios mío, esta era la señal de Dios por la que estaba orando.
En ese tiempo, mi novia estaba orando para que este tipo de cosas sucedieran también. Ni siquiera era católica, por lo que no estaba recibiendo la comunión, pero estaba orando por una señal.
Ella estaba conduciendo una vez y tenía la misma oración: 'Si el catolicismo es la verdadera fe, dame una señal'. Y ni siquiera me dijo esto hasta que yo le dije lo que me había sucedido, pero dijo: 'Estaba conduciendo con las ventanillas levantadas y pasó esto, que fue tan poderoso y tan sobrenatural, un olor a rosas'.
Luego, en el 2016, fuimos a la misión parroquial en una parroquia realmente increíble. El sacerdote estaba predicando la misión parroquial. La primera noche llegó directamente a mi corazón. La segunda noche llegó directamente al de Madison. Subí y hablé con el padre y le conté nuestra situación. Él dijo: 'Sabes, vamos a cenar juntos después de la Pascua’. Y así lo hicimos.
En la cena, me hizo la pregunta: 'Entonces, ¿por qué no te has casado con ella todavía?' ¡Frente a ella! Pero respondí honestamente, y esta fue mi respuesta debido a los encuentros con Cristo que había tenido recientemente, le dije: 'Padre, si nos casáramos hoy, yo podría recibir la comunión. Podría recibir a Jesús en la Eucaristía. Y mi esposa no podría hacerlo y ese algo significativo faltaría".
Y él dijo: 'Está bien, buena respuesta'. Y mira a Madison y dice: 'Entonces, ¿por qué no eres católica?'
Mi mandíbula estaba en el suelo porque nunca había escuchado a alguien hablar con tanta confianza en la fe. Él le dijo lo que Jesús dice en Juan 6: "Si no comes mi carne y bebes mi sangre, no tienes vida en ti".
Fue después de eso cuando Madison me dijo: 'Quiero ir a RICA'. Y así lo hicimos. Ella pasó por RICA en la parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo, y se hizo católica en la Vigilia Pascual de la Iglesia de 2017. Yo fui su patrocinador y definitivamente me cambió la vida.
Ahora estamos casados con 3 hijos increíbles y Dios ha continuado haciendo milagros en nuestras vidas.
Hasta la próxima
VIVE LA EXPERIENCIA
Jesús está realmente presente. Jesús siempre está contigo. Siéntate en su presencia y ábrete a su voz.