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HISTORIAS DESTACADAS
Hace unos siete años probablemente tuvimos algunos inviernos muy fríos aquí. Las temperaturas bajaban a 14 grados Fahrenheit por la noche. En ese entonces estaba entrando más de lleno en mi fe y por algunos meses había estado escuchando el pódcast del Padre John Riccardo, Cristo es la Respuesta. Sabía que él era el párroco de Nuestra Señora del Buen Consejo en la ciudad de Plymouth, así que busqué en línea y vi que tenían una misa temprano los martes por la mañana a las 6:30 a.m. y pensé: 'Voy a ir a esa misa'.
Esa mañana me desperté, hacía mucho frío y estaba dentro de mi cama. La temperatura era de 14 grados Fahrenheit. Había puesto mi alarma para levantarme a las 5 a.m., bañarme y manejar para llegar justo a tiempo a las 6:30.
Como que no quería levantarme de la cama porque hacía frío y yo estaba bien a gusto y calientito. Después de estar allí acostado durante 15 minutos, pensé, ‘Cristo murió por mí. Me voy a levantar de la cama', me paré y fui.
La misa estuvo maravillosa, pero lo que no esperaba era que fueran a hacer Adoración Eucarística al final de la misa.
El padre John se arrodilló, y debajo del altar había una gran caja de madera. Lo abrió, sacó la custodia, la puso en el altar y luego puso el Santísimo Sacramento.
Todos en la iglesia se arrodillaron en ese momento y, de repente, las lágrimas comenzaron a correr por mi rostro.
Me sentí completamente amado, de la cabeza a los pies, fue una experiencia tan hermosa. Duró tal vez un minuto o minuto y medio, no quería que terminara. Ni siquiera sé qué pasó, pero sabía que me amaban por quien soy y como soy. Absolutamente incondicional. Fue poderoso, y realmente no esperaba eso en absoluto.
Traemos muchas cosas encima, pero solo lo atribuyo al hecho de que estuve allí. No fui a misa porque sentía cierto abatimiento o desesperación o algo parecido. Creo que, debido a que me forcé y me levanté, incluso cuando hacía mucho frío, a pesar de que no era conveniente ni cómodo, El respondió de esa manera para que yo supiera que El es real.
No sabía que podías tener una experiencia como esa. Le platiqué a varias personas, amigos cercanos míos diciendo, 'Oye, mira que esto sucedió'. Y se lo dije a mis hijos.
Uno de mis hijos se mostró escéptico y dijo: '¿Estás seguro de que simplemente no fue algo sobre lo que leíste, y es por eso que sucedió eso?' Pero yo ni siquiera sabía que esto podría suceder. Dios es real. Él está presente en el Santísimo Sacramento. No es solo un pedazo de pan.
Comencé a buscar en línea y vi que este tipo de gozo es algo común. Y hablaban de eso cuando profesas tu amor por Dios que Él regresa a ti con Su amor infinito. Todo lo que me quedó fue el saber que esta experiencia sucedió, y sé que fue real.
La forma en que me sentí amado fue simplemente inmensa. Y en ese momento para mí, Cristo en la Eucaristía se hizo real. El hecho de que él está en la Eucaristía se hizo real, porque simplemente por uno mismo no se tiene ese tipo de experiencia.
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VIVE LA EXPERIENCIA
Jesús está realmente presente. Jesús siempre está contigo. Siéntate en su presencia y ábrete a su voz.